Venga, vamos con una buena noticia para empezar el día con algo de motivación. Take-Two acaba de lanzar dar nuevas noticias sobre Bioshock 4. Durante su presentación de resultados del segundo trimestre, el presidente Karl Slatoff dejó caer que BioShock 4 sigue en desarrollo como parte de su «plan a largo plazo». Eso sí, sin soltar ni un teaser, ni una fecha aproximada. El juego comparte espacio en la hoja de ruta con monstruos como GTA VI, Judas o el misterioso Project ETHOS, lo que significa una cosa: no lo veremos pronto, pero al menos no está cancelado. Para una saga que lleva años en modo radio silencio, que la mencionaran ya es toda una declaración de intenciones.
Eso sí, si esperabas que Ken Levine volviera a estar al frente de este proyecto, malas noticias. El propio Levine aclaró hace nada que, aunque adora la franquicia y a quienes la mantienen viva, no siente la necesidad de volver. Vamos, que prefiere explorar nuevos universos antes que repetir fórmula. ¿Significa esto que BioShock 4 será un spin-off raro o una secuela fiel al espíritu original? Ni idea.
Take-Two nadando en billetes (gracias al NBA 2K26 y a que todos jugamos al móvil como posesos)
Mientras BioShock 4 se cocina a fuego lento, Take-Two está viviendo su mejor momento en años. El segundo trimestre fiscal ha sido histórico, con récords de ingresos que harían llorar de envidia hasta al Tío Gilito. El gran responsable es NBA 2K26, que no solo ha vendido más de 5 millones de copias, sino que ha convertido a los jugadores en ballers literales, disparando el gasto dentro del juego. Pero el verdadero sleeper hit ha sido su división móvil, donde títulos como Toon Blast (con un crecimiento del 26% interanual) o Color Block Jam demuestran que, a veces, lo que más dinero da no son los triple-A con cinemáticas de 2 horas, sino esos juegos que enganchan como un looter shooter en su mejor día.
En consolas y PC, la cosa también pinta bien. Borderlands 4 arrasó vendió bien en Steam a pesar de sus bugs iniciales (aunque no es todo lo rentable como les gustaría), y Mafia: The Old Country demostró que aún hay hueco para los juegos narrativos de calidad. Pero el elefante en la habitación sigue siendo GTA VI. Que Rockstar haya pedido más tiempo para pulirlo no es mala señal: si algo nos ha enseñado la industria es que un delay duele menos que un lanzamiento desastroso.


