Nintendo le ha metido un buen tajo al cajón desastre del HDR de Switch 2, y por fin, ese quebradero de cabeza de la configuración en modo dock ha pasado a mejor vida. Si constantemente veías la imagen desangelada y los reflejos quemados en la tele, puedes darle las gracias a la última actualización. La chapuza anterior, que hacía imposible calibrar los ajustes, ya e historia. Lo más gordo es que ahora, en la primera pantalla de ajuste, te basta con darle a la Y para ver a piñón fijo la cifra de brillo máximo (MaxTML) en nits que estás configurando.
El otro melón que han abierto con acierto es el del Blanco Difuso o Paper White. Antes, la cifra que venía de serie en el segundo menú era una burrada —500 nits si el tope eran 1000 nits—, y eso se cargaba el rango dinámico a lo bestia, dejando los tonos medios por las nubes. Ahora, Nintendo ha sentado la cabeza y el valor por defecto se ha bajado a los 300 nits, que es mucho más apañado y pasa bastante de lo que hayas configurado en la pantalla de brillo máximo.
Configurar el HDR en Switch ahora es cosa de niños
Ojo, que si juegas a oscuras y quieres más chicha en la imagen, el truco es bajarlo a 200 nits, que es el valor que yo personalmente recomiendo. Para eso, tienes que tener claro que ahora la modificación por clic en la segunda pantalla es siempre la misma, siempre que el brillo máximo esté en 900 nits o más.
Para dejarlo casiperfecto y que la imagen se te caiga de buena, si tu monitor o tele maneja bien el HGiG, actívalo sin dudarlo. Luego, en la primera pantalla, vas bajando hasta que los dos soles se vean clarísimos, y a partir de ahí, ve subiendo de uno en uno. Tienes que parar en seco justo cuando el sol de la derecha desaparezca, dejando el de la izquierda visible.
No obstante si juegas en una sala con luz, puedes pasar de la segunda pantalla y darle a OK. Pero si juegas a oscuras o prefieres una imagen con más profundidad, ve al segundo menú y pon el Paper White a 200 nits. Esto lo consigues moviendo el deslizador cinco clics desde el mínimo de la izquierda, que son 50 nits.
Si tu pantalla no está por la labor del HGiG, la receta genérica que te salva el pellejo es calzar 1000 nits en el brillo máximo de la primera pantalla y poner a calar esos 200 nits en el Paper White. Así esquivas el doble mapeo de tonos que estropea el contraste.
