Parece que la eterna promesa de Microsoft de llevar los tiros de Activision a las consolas de Nintendo está a la vuelta de la esquina. Según ha confirmado Jez Corden, periodista de Windows Central y viejo conocido por sus filtraciones, la primera versión de Call of Duty para la sucesora de la Switch ya está prácticamente cocinada. El desarrollo habría avanzado en la sombra durante estos meses y, si todo va según lo previsto, el anuncio oficial y su posterior lanzamiento podrían caer en cuestión de meses.
La gran duda que rondaba la cabeza de muchos era por qué no habíamos visto nada todavía, especialmente tras el bombo que le dieron al acuerdo de paridad tras la compra de Activision. La respuesta, como suele pasar en esta industria, es más logística que otra cosa: simplemente no tenían los kits de desarrollo de la nueva máquina de Nintendo. Ahora que ya están en las oficinas de los estudios, la maquinaria se ha puesto en marcha para adaptar el motor del juego a las capacidades de la Switch 2.
¿Warzone o una entrega clásica para empezar?
Aunque la noticia es para dar saltos de alegría, todavía queda por ver qué Call of Duty será el primero en desembarcar. Mientras que Black Ops 7 no aparece en las listas de lanzamiento iniciales, cobra mucha fuerza la idea de que Microsoft apueste primero por Warzone. Sería un movimiento maestro: un juego gratuito que ya ha demostrado funcionar en dispositivos portátiles como la Steam Deck o la ROG Ally, y que serviría para testear el terreno antes de soltar un juego premium de 80 eurazos.
Lo que está claro es que el trabajo de optimización va a ser de órdago. Sledgehammer Games ya ha estado buscando artistas técnicos con experiencia específica en hardware de Nintendo, lo que confirma que no estamos ante un simple port de compromiso, sino que quieren que la experiencia sea sólida. Con la potencia extra que se le presupone a la nueva consola, ver un Call of Duty corriendo con dignidad en una portátil de Nintendo ya no parece una utopía de ciencia ficción.
