Si acabas de estrenar tu Steam Deck, bienvenido al club. Sé que al principio puede imponer un poco tener una consola que es, en esencia, un PC en miniatura, pero no te agobies. Valve ha hecho un trabajo de locos para que todo sea intuitivo, aunque siempre hay un par de trucos bajo la manga que te van a ahorrar más de un dolor de cabeza.
Lo primero que te recomiendo es que no te quedes solo con lo que viene de fábrica. Hay una joyita gratuita de la propia Valve llamada Aperture Desk Job. No la veas solo como un juego corto, sino como el tutorial definitivo. Está diseñado específicamente para que le pilles el truco a los trackpads, el giroscopio y todos esos botones traseros de una forma divertida. Es la mejor manera de «hacerte» a la consola sin presiones.
Potencia y compatibilidad: exprimiendo el hardware
Si notas que algún juego se te resiste, hay un ajuste en la BIOS que es casi obligatorio: cambiar la VRAM de 2GB a 4GB. Solo tienes que encender la consola manteniendo pulsado el botón de subir volumen y entrar en los ajustes de la GPU. Es un cambio sencillo que le da un respiro extra al sistema y mejora el rendimiento en títulos que demandan un poco más de memoria gráfica.
Por otro lado, si te encuentras con un juego que no arranca o da errores raros, no tires la toalla. Pásate al modo escritorio y descárgate ProtonUp-QT. Esta herramienta te permite instalar versiones de Proton (como las famosas GE-Proton) que suelen traer correcciones que la versión oficial de Valve aún no ha implementado. Es, literalmente, la llave maestra para abrir juegos que en teoría no son compatibles.
Personalización al máximo con Decky Loader
Para los que nos gusta trastear y dejar la consola a nuestro gusto, instalar Decky Loader es el siguiente paso lógico. Es un gestor de plugins que te permite desde cambiar los temas visuales de la interfaz hasta meter funciones de generación de fotogramas para ganar fluidez. Se instala con un simple script en el modo escritorio y, una vez hecho, tendrás un menú nuevo en el acceso rápido que es pura gloria bendita para personalizar tu experiencia.
Y un último consejo de amigo: si te da pereza andar cambiando entre el modo juego y el escritorio cada vez que quieres tocar algo, añade Nested Desktop a tu biblioteca de Steam. Esto te permite abrir el escritorio como si fuera un juego más, ahorrándote todos los pasos de reinicio. Son estos pequeños detalles los que hacen que la Deck pase de ser una consola genial a ser tu máquina de juegos definitiva. ¡A disfrutarla!


