Absolum ha irrumpido en el mercado como un huracán, superando las 200.000 copias vendidas en su primera semana. El beat ‘em up desarrollado por Guard Crush Games y Supamonks, con Dotemu como editora, no solo ha revivido la esencia de los clásicos arcades como Golden Axe, sino que lo ha hecho con un toque moderno, desde rutas que se ramifican, misiones ocultas y un sistema de progresión que invita a repetir partidas. Lanzado el 9 de octubre para PS5, PS4, Switch y PC, el juego ha demostrado que el género sigue vivo, y con salud de hierro.
Lo que realmente engancha de Absolum es su capacidad para mezclar lo mejor de dos mundos: la acción frenética de los beat ‘em up de los 90 y la profundidad de un juego actual. Aquí no hay un simple «avanza y golpea». Cada partida ofrece algo distinto gracias a sus escenarios diseñados a mano, jefes desafiantes y un sistema de mejoras permanentes que hace que cada golpe cuente. Además, el estudio Supamonks ha puesto su sello en el diseño de personajes y animaciones, dándole al juego un estilo visual que no pasa desapercibido. ¿El resultado? Una aventura que no solo te hace sudar, sino que te invita a volver una y otra vez.
¿Por qué Absolum está triunfando donde otros han fallado?
El éxito de Absolum no es casualidad. En un mercado saturado de juegos live-service y batallas reales, este beat ‘em up ha sabido encontrar su hueco apostando por algo que muchos echaban de menos: diversión pura y dura sin complicaciones. No hay microtransacciones, no hay grind interminable, solo acción, estrategia y esa satisfacción de ir mejorando a tus guerreros partida tras partida. Los desarrolladores han clavado el equilibrio entre accesibilidad para que cualquiera pueda disfrutarlo en profundidad, y de paso para que los más hardcore no se aburran.
Pero hay más. El juego no se limita a ser un homenaje a los clásicos; innovar dentro del género ha sido clave. Las rutas ramificadas, por ejemplo, añaden un componente de rejugabilidad que pocos títulos del estilo ofrecen. Y luego están los hechizos, los contraataques y esas habilidades mejorables que hacen que cada combate sea único. No es solo golpear botones al azar: aquí hay que pensar, esquivar y elegir el momento adecuado para soltar ese combo definitivo. Eso sí, si lo que buscas es un desafío sin piedad, los jefes están diseñados para poner a prueba hasta al más pintado. ¿El aliciente? Que, cuando por fin los venzas, la sensación de logro es de las que hacen que valga la pena.