La Asociación Española de Videojuegos (AEVI) se ha liado la manta a la cabeza para demostrar que los videojuegos no son solo cosa de ocio, sino una herramienta educativa con un potencial brutal. Junto a organismos europeos de la talla de Video Games Europe y la European Schoolnet, han lanzado una versión actualizada del manual «Videojuegos en Aulas Europeas«, un documento que es canela en rama para cualquier docente que quiera darle un aire nuevo a sus clases y motivar a sus alumnos.
Este manual no es solo teoría aburrida; incluye planes de clase reales diseñados por profesores europeos y un capítulo dedicado exclusivamente a lo que se está cociendo en nuestro país. La idea es sencilla: aprovechar que los chavales ya pasan horas delante de las pantallas para colarles conocimientos de matemáticas, historia o programación de una forma que les entre por los ojos. Al final, se trata de hablar su mismo idioma para que el aprendizaje no sea un tostón.
Guía práctica para meter la consola en clase
Lo que más me gusta de esta edición es el enfoque práctico que le han dado al capítulo español. Olvídate de suposiciones; aquí te detallan qué competencias aporta cada juego, para qué edades se recomienda y en qué asignaturas encaja mejor. Es una guía de supervivencia para que los profes puedan integrar los videojuegos de forma segura y responsable, alineándolos con el currículo escolar sin que parezca que los alumnos están simplemente perdiendo el tiempo.
Como bien dice José María Moreno, director de AEVI, los videojuegos ya están en el día a día de los menores, así que lo inteligente es convertirlos en aliados pedagógicos. Desarrollar la creatividad o el trabajo en equipo mientras se pega un repaso a las ciencias es posible si se sabe cómo, y este manual es el primer paso para conseguirlo. Si te pica la curiosidad, ya puedes descargarlo todo gratis desde su web y empezar a ver las clases de otra manera.


