ARC Raiders acaba de dinamitar el escenario con cifras que dejan a la competencia comiendo polvo. A solo diez días de su estreno, el título de Embark Studios no solo ha pulverizado récords en Steam —416.517 jugadores simultáneos, superando los 354K de su anterior pico—, sino que sigue sumando adeptos cuando lo lógico sería que la curva bajara. Y eso, en este sector con tanta competencia, no es algo sencillo.
Lo curioso no es solo el número, sino el momento. Normalmente, a estas alturas, los juegos ya empiezan a sangrar jugadores. Pero ARC Raiders hace justo lo contrario, crece cuando debería decaer, y lo hace con una comunidad que no para de alabar desde su estética retrofuturista (que huele a cyberpunk de los 80 mezclado con sci-fi de cómic) hasta sus mecánicas sociales, diseñadas para que cada incursión se sienta como un heist en equipo. Y ojo, porque esto no es flor de un día ya que el estudio ya ha prometido soporte durante una década, con una hoja de ruta que pinta a un juego vivo, mutante y con ganas de guerra.

El rey del loot: cómo ARC Raiders dejó atrás a Tarkov, Hunt y compañía
Que un shooter de extracción domine las listas en tiempo récord ya es noticia. Que lo haga aplastando a sagas consagradas como Escape from Tarkov, Hunt: Showdown o Arena Breakout es, directamente, un terremoto. ARC Raiders no solo ha llegado para quedarse, sino para redefinir las reglas del género. Las reseñas en Steam lo coronan como el más popular de la historia, y no es exageración, donde otros juegos apuestan por el realismo crudo o la tensión hardcore, este juego mezcla acción con un gameplay adictivo que engancha tanto al casual que busca diversión rápida como al veterano que vive por el looteo.
Eso sí, la próxima semana llega el primer test de fuego, pues Escape from Tarkov por fin estrena su versión 1.0 y aterriza en nuevas plataformas, incluyendo Steam. ¿Robará jugadores a ARC Raiders? Es la gran incógnita. Lo que está claro es que, si el título de Embark aguantar el tipo, habremos visto nacer a un nuevo monstruo del gaming. Y con diez años de soporte por delante, esto no ha hecho más que empezar.



