Parece que John Marston ha decidido darse un garbeo por nuestros móviles, aunque el viaje ha sido de todo menos tranquilo. Lo que antaño fue un titán de su generación, ahora aterriza en Android gracias a Netflix, permitiéndote llevar la epopeya del Oeste en el bolsillo, pero ojo, que hay problemas por solucionar. El rendimiento es una moneda al aire: mientras que en algunos dispositivos el juego vuela, en otros se arrastran para llegar a 20 fps.
Si tienes la suerte de tener una portátil basada en Android como la RG557 de Anbernic o la AYN Odin 2 que cuentan con un procesador Snapdragon de última hornada,, la experiencia es canela en rama. El juego corre con una soltura envidiable, rozando los 60 fps que tanto nos gustan, y sin que la máquina o el teléfono se conviertan en una estufa. Es, básicamente, como jugar a la versión de Switch pero con la comodidad de tu smartphone y una eficiencia energética que sorprende para bien.
Compatibilidad en Android
La cosa se tuerce cuando entramos en el terreno de las GPU Mali o los chips Dimensity (parece que afecta a consolas como la Anbernic,RG477M o la RG476H ), donde el juego empieza a crashear de lo lindo. Muchos jugadores están reportando fallos en las texturas y tirones que empañan el resultado final, así que si tu consola portátil monta uno de estos, quizá te convenga más seguir tirando de emulación por ahora. Es una pena, porque la base está ahí, pero parece que falta un hervor en cuanto a optimización para estos componentes específicos.
Por si fuera poco, los poseedores de dispositivos Retroid o AYN se han topado con un muro llamado Google Play Protect. Netflix se pone tiquismiquis con la certificación y suelta un mensaje de error que te deja con las ganas de desenfundar el revólver. La única salida para estos usuarios es buscarse la vida con instalaciones externas, un proceso que requiere paciencia y alguna que otra plegaria para encontrar el APK correcto que además tendrás que unificarlo en un solo archivo.
Rendimiento y ajustes
Para los que opten por la vía alternativa, va a tocar lidiar con un bloqueo de 30 fps que aumenta la latencia, haciendo que el control se sienta algo más pesado de la cuenta. En cuanto a las opciones gráficas, no esperes gran cosa: un par de ajustes para la resolución y el desenfoque de movimiento, y poco más. Eso sí, la batería te lo agradecerá, durando bastante más que si estuvieras emulando otras versiones. La mejor configuración es ir a los ajustes gráficos y activar el motion blur, que por alguna extraña razón, hace que funcione mejor.
Al final, tener Red Dead Redemption en Android es un hito, pero llega con demasiadas aristas por pulir. Habrá que estar atentos a futuros parches que arreglen este desaguisado, porque la comunidad ya está moviendo ficha para encontrar métodos más estables. Si cumples con los requisitos, lánzate de cabeza; si no, mejor espera a que Rockstar y Netflix terminen de ajustar las herraduras a este caballo


