Menudo mes lleva Take-Two. Ayer mismo, las oficinas de la compañía en pleno Londres se convirtieron en el escenario de una protesta incómoda: exempleados de Rockstar, despedidos en olas de ajustes que muchos tachan de «injustas», se plantaron frente a la sede junto a miembros del sindicato, con carteles y consignas que no dejaban lugar a dudas. Mientras, dentro, los directivos debían estar sudando frío, porque el golpe no llegó solo por tierra: el anuncio del nuevo retraso de GTA 6 hizo que sus acciones se desplomaran un 10% en cuestión de horas. Los inversores no perdonan, y menos cuando el juego que debe salvar el año se retrasa… otra vez.
Pero como si fuera poco, el CEO Strauss Zelnick decidió soltar otra bomba en una entrevista con The Game Business. Borderlands 4 no ha vendido ni de lejos lo esperado. Y mira que lo intentaron. Zelnick, con esa sonrisa de ejecutivo que sabe que la cosa pinta mal, reconoció que el lanzamiento en Steam fue un desastre técnico: «son problemas que Gearbox está solucionando«, dijo, como si eso arreglara algo.
De GTA 6 a Borderlands 4: cuando los números no cuadran y la paciencia se agota
Lo de Borderlands 4 es el colmo de la ironía. Un juego que llegó con bombo y platillo, que los streamers promocionaron como si fuera el segundo advenimiento, y que al final ha acabado desapareciendo de las listas de ventas. Zelnick intenta vender la moto de que «la reacción de la crítica fue magnífica», pero todos sabemos que, en este mundillo, los elogios no pagan facturas. Y menos cuando tu otro caballo ganador, GTA 6, se retrasa mientras tras años de espera. Cada retraso es un golpe a la credibilidad, y los inversores ya no se tragan excusas: el 10% de caída en bolsa es la prueba de que la confianza se evapora.
Y mientras, en la calle, los despedidos no se callan. La protesta de Londres no fue un acto aislado, sino el grito de unos trabajadores que sienten que Take-Two los usó y tiró. Rockstar, la joya de la corona, lleva meses bajo el fuego por sus condiciones laborales, y ahora la compañía madre tiene que lidiar con el descontento interno y externo. Porque cuando las acciones caen, los juegos no venden y los empleados se plantan, hasta el CEO más optimista tiene que reconocer que el barco hace agua.
por cierto, si no lo has hecho ya, te recomiendo leer nuestra reseña del juego. Y un consejo, píllalo cuando puedas, es un buen juego.



