Si los rumores se cumplen, la próxima batalla de consolas podría tener un ganador claro en el bolsillo de los jugadores: la PS6 costaría la mitad que su rival de Microsoft. Según Kepler_L2, un experto en hardware con bastante credibilidad en el mundillo, Sony planea vender su nueva consola por unos 600 dólares, mientras que la Xbox de próxima generación (con nombre en clave Magnus) rondaría los 1200 dólares. La diferencia de precio no es casualidad: Microsoft apuesta por un hardware más potente —un 42% más de silicio, 20% más de memoria y costes de refrigeración superiores—, pero sin el respaldo de un ecosistema cerrado que le permita subsidiar el precio, como sí hace Sony con sus exclusivos y servicios.
El tema de la unidad de disco sigue siendo un misterio. Kepler_L2 no aclaró si esos 600 dólares incluyen lector óptico, pero todo apunta a que Sony podría repetir la estrategia de la PS5: ofrecer dos modelos (uno con disco y otro digital) o incluso hacer que el lector sea un accesorios opcional, como ya insinuó con la PS5 Pro. Mientras, en los foros de NeoGAF, el mismo insider dejó caer que las especificaciones de la PS6 ya están cerradas, pero sin poder igualar a la Xbox Magnus en casi ningún aspecto: menos núcleos de CPU, menor frecuencia de GPU, menos caché, menos ancho de banda de memoria… Incluso en RAM hay diferencia: 30 GB para la PS6 (24 GB en su versión portátil), frente a los 36 GB de la Xbox, lo que, según Kepler_L2, le daría a Microsoft una ventaja técnica en todos los frentes. Eso sí, el precio será el gran divisor de aguas.
$600 vs $1200 is my guess
— Kepler (@Kepler_L2) October 21, 2025
~42% more silicon, 20% more memory, higher board/cooling costs, plus they can't subsidize the HW with 3rd party store support.
— Kepler (@Kepler_L2) October 21, 2025
¿Potencia vs. precio? La estrategia de Sony y Microsoft
La clave aquí no es solo el hardware, sino la filosofía de cada compañía. Microsoft, con su apuesta por una consola «premium y de alta gama» (como ya adelantó Sarah Bond, presidenta de Xbox), parece dispuesta a asumir un precio elevado, confiando en que su potencia justifique la inversión. El problema es que, al apoyar tiendas de terceros como Steam, pierde el margen para subsidiar el hardware con ingresos de su propia tienda, algo que Sony sí explota a su favor. Mientras, la PS6, aunque técnicamente inferior, podría repetir la fórmula que ya funcionó con la PS5: precio competitivo + exclusivos + ecosistema cerrado = victoria en ventas.
Eso sí, habrá que ver si los jugadores están dispuestos a pagar 1200 dólares por una Xbox, por muy bestia que sea, o si, como suele pasar, el bolsillo manda más que los teraflops. De momento, todo son rumores, pero si Kepler_L2 acierta (como ha hecho otras veces), la PS6 podría llegar con una ventaja clara: ser la opción más asequible sin sacrificar demasiado en experiencia. Eso, y el hecho de que Sony suele guardar algún as en la manga para sorprender cuando toca. Habrá que esperar a los anuncios oficiales, pero por ahora, la balanza parece inclinarse hacia el sentido común: menos dinero, más consolas vendidas.