El equipo de desarrollo de Rainbow Six Siege ha roto su silencio esta semana con un comunicado que busca responder a las críticas acumuladas durante los últimos meses. Alex Karpazis y Joshua Mills, director creativo y director de juego respectivamente, han sido los encargados de transmitir un mensaje claro: reconocen que la comunicación con los jugadores ha sido insuficiente y que los problemas de jugabilidad persisten. No es la primera vez que la comunidad del juego señala estos aspectos, pero esta vez, Ubisoft ha decidido abordarlos con un plan concreto y medidas que, según aseguran, ya están en marcha.
Uno de los puntos más urgentes que el estudio ha querido tratar es el aumento de trampas desde que el juego adoptó el modelo de acceso gratuito. Los sistemas de detección actuales no han sido capaces de contener la ola de jugadores que recurren a métodos desleales, algo que ha afectado directamente la experiencia de partida. Aunque no han entrado en detalles técnicos, el equipo ha confirmado que están tomando medidas más agresivas, incluyendo la persecución de distribuidores de cheats y la aplicación de baneos permanentes a quienes exploten vulnerabilidades conocidas. La lucha contra el cheating parece ser una prioridad, aunque los resultados aún están por verse.
Cambios en el equilibrio y ajustes técnicos
El equilibrio del juego también ha sido un tema central en esta actualización. Los desarrolladores han admitido que algunos ajustes recientes no han cumplido con las expectativas de la comunidad, especialmente en lo que respecta a operadores como Denari, cuyo nerfeo será revertido en el próximo parche 3.3, previsto para el 14 de octubre. Además, Solis recuperará sus granadas de impacto, y otros operadores como Thermite, Hibana y Maverick recibirán mejoras durante la Temporada 4 del Año 10. La idea, según explican, es evitar cambios drásticos que desestabilicen el meta y optar por ajustes más frecuentes y basados en el feedback de los jugadores.
Otra novedad destacada es la introducción de los Campos de Pruebas, un espacio donde los jugadores podrán probar nuevas mecánicas antes de que se implementen de forma definitiva. El primer sistema en someterse a esta fase de prueba será el rediseño de la Armadura y Velocidad de los operadores.
Revisión del sistema competitivo y contenido futuro
El sistema de Clasificación 2.0 ha sido otro de los puntos más criticados, y Ubisoft no ha dejado ocasión para corregir problemas derivados. Reconocen que no ha funcionado como se esperaba y han anunciado una revisión profunda que comenzará con mejoras en el emparejamiento durante la Temporada 4. El objetivo es que el rango de los jugadores y el tamaño de los equipos sean factores más determinantes a la hora de formar partidas. Sin embargo, la actualización más ambiciosa, titulada provisionalmente Revisión de las Clasificatorias, no llegará hasta la primera mitad del Año 11. Este nuevo sistema incluirá una progresión de habilidades visible y recompensas por clasificación, aunque su implementación definitiva dependerá de las sesiones de consulta que se llevarán a cabo durante el Major de Múnich en noviembre.
Por último, el equipo ha explicado que el contenido de las temporadas recientes ha sido más escaso de lo habitual. La razón, según argumentan, es que están trabajando en sentar las bases para actualizaciones más sólidas y sostenibles en el futuro. Aunque no han dado muchos detalles, han adelantado que están considerando cambios estructurales para ofrecer contenido más sustancial a mitad de temporada. Todo esto llega en un momento clave, con el décimo aniversario del juego a la vuelta de la esquina, un hito que Ubisoft parece decidido a celebrar con mejoras tangibles y no solo con palabras.