Parece que en las oficinas de Valve no saben lo que es estar quietos y, tras revolucionar el juego en Linux con Proton, ahora tienen entre ceja y ceja derribar la siguiente barrera: las aplicaciones de Android. El nombre en clave que han elegido para esta nueva locura es Lepton, y la filosofía detrás del proyecto es exactamente la misma que la que nos permitió jugar a títulos de Windows en la Steam Deck. Si Proton fue la llave maestra para abrir la biblioteca de PC, Lepton pretende ser el puente que conecte el ecosistema del robot verde con SteamOS, facilitando que ejecutemos APKs de forma nativa sin tener que hacer malabares raros con el sistema.
Para que os hagáis una idea de la magnitud del asunto, hay que entender de dónde viene todo esto. Lepton nace como un fork —una ramificación— de Waydroid, una tecnología brutal que utiliza contenedores para ejecutar un sistema Android completo sobre el núcleo de Linux. A diferencia de los emuladores tradicionales que comen recursos como si no hubiera un mañana, Waydroid (y por ende, Lepton) se comunica directamente con el hardware, ofreciendo un rendimiento casi nativo. Lo interesante es que los ingenieros de Valve han metido tanta mano al código original para adaptarlo a sus necesidades que ya comentan que esto «ya no es realmente Waydroid», sino una bestia nueva y mucho más personalizada.
Un puente directo entre Android y Linux
El estreno de esta tecnología parece estar ligado a las misteriosas Steam Frame, esas gafas de realidad que la compañía tiene en el horno y que montarán arquitectura ARM, lo que facilita enormemente la compatibilidad con las apps móviles. El detalle simpático lo pone el logotipo filtrado: una especie de partícula subatómica con una ranita verde dentro, un guiño descarado a la mascota de Android que confirma las intenciones de la compañía. Aunque en las gafas la integración será más sencilla por el tipo de procesador, el verdadero reto —y lo que todos esperamos— es ver cómo trasladan esto a la arquitectura x86 de nuestras Steam Deck.
Actualmente, meter Android en la consola de Valve implica trastear con scripts de terceros, meter claves de superusuario y rezar para que no se rompa nada con la siguiente actualización. Con Lepton, el objetivo es que todo esto sea transparente para el usuario, integrándose en la interfaz como si fuera una app más. Si consiguen unificar Linux, Windows y Android en un solo dispositivo de manera oficial, estaríamos ante el cacharro definitivo para emulación y multimedia, cerrando el círculo de un sistema operativo que cada día da más miedo por lo versátil que es.


