El clásico de terror Dementium: The Ward, que revolucionó el survival horror en Nintendo DS, llega por fin a PC el 27 de octubre a través de Steam. El juego, desarrollado por atooi, resurge con una remasterización que promete gráficos mejorados, controles más fluidos y la misma atmósfera opresiva que lo convirtió en un título de culto. Originalmente lanzado en 2007 para DS, luego en 3DS, Switch, PS4 y PS5, esta versión para PC busca llevar su terror psicológico a una nueva audiencia, manteniendo intacta la esencia que enganchó a los fans del género.
En Dementium: The Ward, despiertas en un hospital abandonado, sin recuerdos y rodeado de criaturas grotescas. Tu única misión: sobrevivir. Con armas improvisadas y un ingenio limitado, cada paso por sus pasillos retorcidos es una lucha contra el miedo y lo desconocido. El juego no solo se basa en el terror visual, sino en una narrativa que te sumerge en una pesadilla psicológica, donde cada sonido, cada sombra y cada gota de sangre cuenta una historia. Si te gustaron Silent Hill o Amnesia, este es tu tipo de infierno. La pregunta es: ¿lograrás escapar de la sala… o terminarás siendo parte de ella?
¿Por qué este remaster merece tu atención?
Lo que hace especial a Dementium: The Ward es su capacidad para crear tensión con recursos limitados, algo que pocos juegos de terror logran hoy en día. En su época, fue una rareza: un survival horror en una portátil que no escatimaba en atmósfera. Ahora, con esta versión para PC, atooi ha pulido los gráficos y los controles, pero ha mantenido ese aire claustrofóbico y desesperado que lo hizo único. No es un juego de sustos baratos, sino de terror gradual, donde la incertidumbre y la falta de recursos te mantienen al límite.
Si eres de los que extraña los terrores psicológicos de antaño, aquellos que no dependían de efectos visuales exagerados sino de una narrativa bien construida y un diseño de sonido inquietante, este remaster es una oportunidad para revivir esa experiencia. Eso sí, prepárate: Dementium: The Ward no perdona. Cada decisión cuenta, cada error puede ser fatal, y el hospital abandonado no suelta fácilmente a sus víctimas. ¿Te atreves a entrar?